Llega septiembre, incertidumbre sobre el equipo, ciertos obstáculos nada más empezar, horarios nuevos, caras nuevas, de más de caras nuevas. ¿Un equipo? ¿Dos? ¿Juntar infantiles y cadetes y los Junior aparte? Muchas preguntas nos rondaban por la cabeza sin saber cuál sería la mejor opción pero acertando de pleno una vez más.
Un equipo compuesto por 14 jugadores, acabando siendo 13 pero un equipo finalmente formado por 14 personas, implicando un descarte en cada partido, no siendo tarea fácil llevar esto a cabo pero este conjunto de chicos sin duda lo haría menos complicado, y es de agradecer, mucho. Un final de temporada complicado para todos pero sobre todo para algunos de vosotros, no mencionaré el dichoso esguince que se convirtió en una fractura de peroné, entre otros (tendinitis, cierta enfermedad...) pero aun así, estando al pie del cañón.
Me gustaría empezar destacando la gran capacidad de adaptación de los nuevos miembros, pero sobre todo la gran acogida de los "veteranos" en relación a estos, simplemente increíble el grupo que habéis y hemos formado. También un año más, gracias Félix por seguir contando conmigo y confiando en mi.
Diferentes y nuevos objetivos de cara a esta temporada, pero sobre todo disfrutar jugando a este deporte y me atrevo a decir que lo hemos conseguido, vosotros y yo, ya lo sabéis, me hacéis disfrutar, me hacéis engancharme aún más a este deporte. La confianza y el respeto define a una persona, y en este caso nos ha definido a nosotros como equipo, una vez más, gracias.
Ir viendo cada día como cada uno va creciendo te hace crecer a ti también, ya no solo como entrenador sino como persona, que al fin y al cabo es lo más importante, crecer jugando. Por ello, he crecido, dentro y fuera de la pista, hemos crecido como equipo llegando a ser uno, yendo todos en la misma dirección, si uno falla, fallamos todos y el orgullo que siento es inmensamente brutal.
Os agradecería a todos y cada uno de vosotros de manera individual, pero creo que sobran las palabras, que esto lo hemos vivido todos día a día, entrenamiento tras entrenamiento, partido tras partidos y conversación tras conversación, individual o colectiva, y que por eso, lo hemos ido demostrado con hechos, y alguna que otra palabra, a lo largo de toda esta temporada. Simplemente me limito a deciros una vez más que gracias, por ser como sois, por soportar las broncas y aprender de ellas, por hacer las cosas con ganas y entusiasmo, por disfrutar de este maravilloso deporte, conmigo.
La evolución diaria, individual y conjunta se han mostrado en los resultados finales y no hay mejor forma de acabar el año, presionar y atacar una zona, saber que los rebotes no me caen en las manos y que hay que luchar cada balón, saber que tenéis mano izquierda y cabeza y hacer un gran final, algunos derecha, la maldición de los aros de Wuzburg para alguno superada, la hiperactividad del próximo entrenador, la constancia total y absoluta de un fiel del Barça, la curiosidad mostrada en preguntas constantes y querer analizar siempre los partidos, la desaparición y aparición, el trabajo hasta la lesión, los ya más controlados pasos de salida y cierta impuntualidad a la que alguno más acompaña, el acabar pegándose y trabajando fuerte además de la alegría, el grande y risueño que quiere ser tirador de tres, el base que acabó corriendo sin dormir el juego y defendiendo, y la lucha constante por confiar en él mismo. Esa es la trayectoria de este equipo Junior, es el camino que nos ha llevado hasta el final merecido para y por todos.
De este año me llevo un grupo de jugadores excepcionales en todos los ámbitos, que han confiando en mi manera de entender el baloncesto y me han hecho confiar en ellos. También, gracias por confiar en mí fuera, por mostrarme todo vuestro trabajo, una vez más, dentro y fuera.
Sin duda alguna, me quedo con todos los éxitos, pero principalmente me quedo con el motivo de esos éxitos, todo el camino, las ganas, el esfuerzo y el coraje para llegar hasta ellos, sin cada uno de vosotros nada sería posible, por darlo todo cuando muchos ya no podíais más con la cordura necesaria, pero entre todos, hemos conseguido ser campeones de la liga, de un torneo, hemos conseguido ser campeones de este deporte. Me quedo con que hayamos ganado juntos.
Sencillamente, espero que hayáis aprendido a disfrutar de esto y todo lo que ello implica, a ganar y a perder, a animaros los unos a los otros cuando las cosas no iban del todo bien, A SER UN EQUIPO.
Cuando tengáis a un grupo de personas a vuestro cargo, que dependen de vosotros para evolucionar y respondan como vosotros a todo, seréis capaces de llegar a entender el orgullo que me habéis hecho sentir todo este tiempo, mientras tanto, seguid pasándolo bien y haciendo lo que os gusta, seguid sonriendo mientras jugáis al baloncesto, que es la mayor muestra de agradecimiento que podré tener por vuestra parte.
GRACIAS POR HACERME SOÑAR.
Sara
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